Bueno, a nuestra clase en concreto le ha tocado el aspecto de los ritos de iniciación correspondiente a cada religión, concretando un poquito más, a nuestro grupo (Laura Santanta, Laura Ruiz, Jaime Tascón y José Jiménez), le ha tocado los ritos de iniciación al budismo, pero eso la verdad es que es bastante complicado de encontrar, llegando a un acuerdo con el presidente de la asignatura, Pipol, hemos acordado hacer los chakras del budismo.
Hablando de chakra
, son centros de energía situados en diferentes partes del cuerpo y que no se pueden medir
Por supuesto, fue un estupendo trabajo aunque precisamente no fue una obra de arte, pero su contenido explicaba perfectamente de que iba el trabajo incluyendo los siguientes puntos:
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Muldahara: asociado con el color rojo y con el elemento de la tierra. Esta
ubicado en la base de la columna vertebral y es nuestra raiz, es aquello que
nos da arraigo fisica y emocionalmente. Es la energia que nos provee la
sensacion de tener las necesidades basicas satisfechas
-Svadhisthana:
vibra en color naranja y es el chakra que nos permite abrirnos al fluir de la
vida. Su elemento es el agua. Un equilibrio de este chakra se representa en
sensibilidad y receptividad. Consituye una apertura hacia las experiencias de
la vida. Se concibe como el chakra de la sensualidad y de las emociones vividas
de una manera sana y gratificante
-Manipura:
Este chakra está asociado con el color amarillo y está ubicado en el plexo
solar. Sus funciones se relacionan con el sistema digestivo y simbólicamente,
con el fuego interior de cada uno. Su elemento es el fuego. El tercer chakra
tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la propia vida, en la
capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo. Es el centro energético
relacionado con la confianza en uno mismo. Esta pulsión nos ayuda en la toma de
decisiones y el enfrentarse a los riesgos, y nos da voluntad de logro. Tiene
que ver con los principios sobre los que decidimos vivir.
-Anahata:
El chakra del corazón actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el
mundo físico, al cual pertenecen los tres primeros chakras y la dimensión
espiritual, al cual están ligados los tres siguientes, siendo el chakra del
centro, el cuarto. Su elemento es el aire y está relacionado con las vías
respiratorias. Está localizado en el corazón y abarca la parte superior del
pecho. De color verde o rosado, nos empodera y revitaliza con la fuerza del
amor: la compasión, la unión con todo lo que se manifiesta en el mundo como energía
divina, la armonía, el amor de pareja y de familia, la amistad, el amor hacia
nosotros y la conexión con la existencia.
-Vishuddha:
El primer chakra de nuestro ser trascendente está relacionado con la
purificación, que nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la conciencia, y
con la voz de nuestro espíritu. El quinto chakra tiene una vibración azul
turquesa y su elemento es el éter. Está ubicado en la garganta, y en el cuerpo
se relaciona con el cuello, la garganta, la mandíbula y los dientes. Es el
centro energético de la creatividad y la comunicación, por lo que es la energía
que se activa con la escritura, el canto, el expresarse con claridad y saber
escuchar. También se asocia con el sonido y con el poder sanador de las
vibraciones, de donde se origina la energía de todo lo que se manifiesta.
-Ajna:
Ajna chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este chakra está
localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer
ojo”, en la frente, justo entre nuestros dos ojos, aquel que se define como el
contacto con otros niveles de conciencia. Físicamente su energía se conecta con
la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de
concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de
conectarnos con el espíritu y la sabiduría universal. Propios de esta rueda
energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de
las visualizaciones.
-Sahasrara:
Este es el chakra de la conciencia pura. Por lo general se asocia con el color
violeta, aunque su energía es también de color blanco: la más alta vibración y
aquella que abarca todos los colores existentes. Está ubicado en la corona, y
representa la espiritualidad. Su elemento es el pensamiento, por lo que contiene
el poder de la mente: las energías vibracionales que permean las otras fuerzas
vitales y crean las experiencias. En el cuerpo, su vibración se manifiesta en
los huesos y la piel. Este es el chakra que nos conecta con el infinito, con el
sentido de la vida y la devoción y que por esta razón se representa como una
flor de loto de cien pétalos. El séptimo chakra nos sintoniza con la divinidad
y la gracia de nuestro ser verdadero.